Análisis de las necesidades y posibilidades

El punto de inicio vendrá marcado por la reflexión y el análisis de nuestras necesidades habitacionales y del tipo de vivienda que precisamos. Así, se ha de tener en cuenta qué tipo de vivienda se quiere:

  • libre o protegida (se debe prestar especial atención a esta condición de la vivienda, dado que los trámites serán diferentes);
  • nueva o de segunda mano;
  • tamaño (una familia numerosa necesitará una vivienda diferente que una persona sóla);
  • requisitos especiales (una pesona con algún tipo de discapacitada necesitará una vivienda adaptada a sus necesidades, ya sean físicas o sensoriales);
  • zona...;

Además es importante un primer análisis de la economía personal, teniendo en cuenta:

  • el dinero ahorrado del que se dispone;
  • la capacidad de endeudamiento;
  • las condiciones financieras que ofrecan las entidades bancarias;

Teniendo claros estos criterios, podrás orientarte mejor en el mercado inmobiliario.